¿Estás preparado para escuchar?
A ciegas, sin ver de quién viene la voz, escuchas atentamente. Su voz te
cautiva, te llama la atención y en ti nace la curiosidad de descubrir
quién se encuentra detrás de esas notas que hacen latir tu corazón de
manera diferente. Por eso, con fuerza, decides girarte… y sorprenderte.