JUEVES SANTO

En este día, y basándonos en los materiales pascuales que ofrece nuestra pastoral, se nos plantean cuatro aspectos que configuran el verdadero sentido del Jueves Santo. El amor, el servicio, la Eucaristía y el silencio.
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Durante este día, se nos plantea también una parte de desierto en la que pensar ¿Cómo suele amar Dios? ¿Cómo le gustaría que le amasen? Para entender esto, y basándonos en diversos de nuestra Pastoral para la Pascua, podemos decir que encontramos diversos tipos de amor...
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AMOR:
  • Amores embotellados, esos amores que parecen tan perfectos, tan superficiales, Un amor, que se acaba bajando los humos y que luego están destinados al fracaso, como podemos ver en "Titanic".
  • Amores de cama. Quien sólo busca sexo y no enamorarse, lo encuentra, en un clima de fribolidad, superficialidad y manipulación.
  • Amor de detalles. Una mujer, después de haber pasado por una violación, se ha quedado embarazada. Después de vivir sumida en el alcohol y huyendo de sí misma, esta madre, con paciencia y con los detalles cotidianos, va impregnando de amor todo lo que toca.
  • El amor de la entrega: La película que más nos refleja esto, es Cadena de Favores. Trévor, se entrega por defender a uno de sus compañeros que estaba siendo maltratado. Trévor afirma que hay muchas personas que no aman por miedo. Él cree que la mejor manera de ganar es entregar la vida desde amor y cariño a los demás. Si amas a las personas hay que cuidar más de ellos.
CENA DEL SEÑOR Y SERVICIO:
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Jesús, la tarde antes de padecer, quiso celebrar una fiesta con sus discípulos. Sería a la vez despedida y anticipo de la Pascua, alianza de amor y anuncio de muerte, cena de comunión y profecía del banquete del reino.
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Lo verdaderamente nuclear de esta celebración es el inmenso amor de nuestro Señor Jesucristo, que esta tarde se desborda en sentimientos, gestos y palabras. Esta es la tarde en que más se ha amado. Éste es el día del amor más grande.
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SILENCIO:
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¿Qué poco dura el buen rollo, no? Todo el día reflexionando sobre el amor, lavándonos unos a otros los pies. Ha sido hermoso. Pero ahora viene la hora de la verdad. La suerte está echada. Jesús tiembla por el destino que le aguarda. Va a pasar la hora más angustiosa y decisiva de su vida. Si le hemos acompañado en su última cena, ¿cómo le vamos a dejar solo ahora?
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Se nos invita a ir hacia el monte de los olivos con él, a la hora exacta, es el momento.
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En la soledad de la noche, Jesús siente miedo, se entristece y llora como cualquiera de nosotros. En Getsemaní, Jesús experimenta lo difícil de la obediencia, la aceptación de la voluntad del Padre. "Entró la agonía y comenzó a orar intensamente".
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Nosotros esta noche tenemos que vivir el destino de Jesús... el destino que nosotros sabemos bien y que los profetas anunciaron. Esta noche estamos llamados a demostrar que el amor es mas fuerte que el pecado.