Con el corazón en el domingo

IV DOMINGO DE PASCUA
'
“Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre;
yo doy mi vida por las ovejas.Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil;
también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz,
y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.”
'
'
Hoy, IV Domingo de Pascua, Él es el Buen Pastor. Él nos conduce por senderos tranquilos hacia los mejores pastos, en praderas reposa nuestra alma y en su agua descansa nuestra sed...
'
¡Ay! si nos diésemos verdadera cuenta de que Él es el Buen Pastor, que conoce a cada una de sus ovejas, a cada uno de nosotros por nuestro nombre y está dispuesto a dejar las noventa y nueve, para buscar a la descarriada...
Jesús, es un hombre para los demás, es un hombre que se entrega, sin medida. Para él, amar es totalmente inevitable, es un fuego que nunca deja de arder, insaciable, incansable y desmesurado.
'
'
Lo que nos dice...
'
Hoy se nos invita a comportarnos como pastores. Jesús nos invita a seguir sus enseñanzas, su ejemplo y su presencia en medio de tantos y tantos corazones que nos rodean.
Dios nos invita a imitarlo para que así en cada persona, en cada uno de nosotros se ilumine su rostro, su imagen, que nuestros ojos brillen de alegría al sentirnos hijos de Dios porque siempre lucharemos por mostrarnos como tal.
'
Ahora nos debemos de preguntar... ¿Qué hacemos para ayudar a Jesús, a fin de que haya un solo rebaño y un solo Pastor? ¿Realmente no podemos hacer más de lo que hasta ahora estamos haciendo?