"¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros... Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar"
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La celebración de Pentecostés nos invita a acoger y agradecer el Espíritu Santo que nos ha sido dado y a plantearnos cómo estamos respondiendo al envío que, con el don del Espíritu, Jesús resucitado ha hecho a la comunidad naciente de sus discípulos. ¿De qué modo vivimos como CRISTIANOS EN EL CORAZÓN DEL MUNDO?