¿Por qué no me planteo durante esta semana "ser como..." otras personas, vivir como ellas aunque no las conozca?
Meterme en su piel. No de forma artificial, sino intentar ir más allá de las curiosidades y superficialidades de los tópicos. Acercarme a su realidad a través de un pequeño "juego" de simpatías y de miradas. Puede que con esta forma diferente de ver el mundo sea realmente capaz de hablar con claridad sobre lo que significa tener luz, vivir en un medio sin guerras, saber que hay alguien en mi casa que me espera con amor y se preocupa por mí. Puede ser la manera de situarme del lado de quienes no saben estudiar o sencillamente de quienes no pueden porque no han disfrutado de ese privilegio. "Ser como..." no es un juego atrevido y sin riesgos. Me coloca del lado de la no comodidad y me revela qué quiero ser realmente, a quién me quiero parecer y por qué. No de cualquier manera, sino con su mirada, no la mía, con su historia, no la mía.
"Ser como..." al final de la semana tiene que llegar a una única conclusión posible: Por muchas vidas que haya conocido, cada uno disfruta de una única que debe amar.