Con el corazón en el domingo

"De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre"
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Lo que nos dice...
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Las palabras de Jesús quieren suscitar nuestra esperanza. Ni en medio de las mayores dificultades Dios nos aleja de su mano. Somos sus hijos. Esta humanidad doliente es su familia y no la va a abandonar nunca. Al final, triunfará la misericordia, el amor, el perdón. Al final, el Hijo del Hombre nos traerá la vida y la vida en plenitud. A todos, comenzando por aquellos a los que les ha tocado la peor parte en este mundo. Es momento de levantar la cabeza y dejar que la esperanza haga brotar una sonrisa en nuestro rostro. Y de dar la mano a todos para compartir esa esperanza y no dejar que ningún hermano quede atrás.