Si yo fuera... (Am.de Jesús)

En los tiempos en los que vivimos parece imposible cambiar el mundo de la noche a la mañana. Todavía no hemos conseguido que la magia convierta el mundo en un lugar maravilloso en el que no exista sufrimiento y en el que todas las personas fueran felices. Puede que no, puede que aún no exista esa magia, pero ¿por qué perder la ilusión?

Cada uno de nosotros tenemos en nuestras manos un trocito del mundo y de nosotros, sólo de nosotros, depende que esa parte del mundo sea, día a día, un poquito mejor. Bajo nuestra responsabilidad cae el peso de intentar mejorar nuestra pequeña realidad. Y así es cómo los niños de Amigos de Jesús piensan cambiar el mundo, mediante pequeños sueños, el pasado viernes aprendieron que lo pequeño se hace grande cada día. Puede que no sean grandes propósitos, ni claves formidables para liberarnos del sufrimiento del mundo, pero ellos, a su manera, proponen fórmulas para conseguir eso que todos tanto añoramos... UN MUNDO MEJOR.