Los vemos caminar pausadamente, con una cadencia delicada y firme, con mochila en ristre y bastón de apoyo. Son los peregrinos que cada año pasean los diversos caminos que conducen a una meta singular: Santiago de Compostela. La vida consagrada es también una peregrinación, que pone en marcha nuestra mejor pertenencia hacia el Tú que a cada uno ha convocado el Señor cuando pronunció con sus labios divinos nuestro nombre diciéndonos ¡ven!
'

'
Todas las comunidades, se abren de modo particular a la acogida y al anuncio humilde de la propia vocación, para que los cristianos puedan conocer mejor los servicios y las ocasiones de gracia que por su medio se ofrecen a todo el pueblo de Dios.
'
Cristo es Camino y caminante junto a cada uno de nosotros.
'