Miércoles de ceniza

La Cuaresma, tiempo para el cambio y oportunidad para mejorar nuestras vidas, es una invitación a preparar la Fiesta de Pascua, en la que los Cristianos celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Cristo que reina eternamente, y cuyo reino no tiene fin, espera nuestro cambio, nuestra conversión. Él es el verdadero corazón, aquel que da sentido a nuestro corazón, que en ocasiones es corazón de piedra.

La palabra de Dios del Miércoles de ceniza nos introduce en la llamada a la conversión. Esta conversión en primer lugar es una buena noticia: No son los sanos, sino los enfermos los destinatarios de la salvación. ¡Menos mal! Los torpes, los imperfectos, los mediocres, los dubitativos, los débiles, ¡tenemos una nueva oportunidad!Pero hay que tomárselo en serio, rasgar el corazón y convertirnos desde dentro. Debemos abandonar sobre todo la hipocresía del que hace gestos de cara a la galería, pero sigue con actitudes de siempre. Es el tiempo. Es la hora.