Bueno, la verdad en el campo de ancianos creo que todos nos lo hemos pasado muy bien, hemos estado juntos una semanita, se nos ha hecho muy corto pero ha sido una semana muy intensa. Hemos compartido muchas experiencias entre nosotros y nos hemos llegado a conocer mejor, hemos sido nosotros mismos y hemos confiado, nos hemos querido y hemos disfrutado. Nuestro grupo ha estado muy unido, al segundo día parecía como si ya lleváramos un mes juntos. Nos llevamos unos muy buenos amigos de aquí y para siempre.
Dentro de la residencia ha sido todo alucinante. Al principio no sabías como reaccionar ante los mayores, si iban a tener una reacción fría ante nosotros o algo, pero poco a poco se cogió confianza y aprendimos muchas cosas de ellos. Estaban encantados de que habláramos con ellos, de que los escucháramos, de vernos ahí y sentarnos cada mañana a su lado. Podíamos alegrarles el día de una manera diferente: cantando, haciendo manualidades, magia, teatros, vistiéndonos con trajes antiguos para ellos, todo para sacarles una sonrisa y hacerlos felices. Nos encantaba oír todas sus historias bonitas y tristes, sus alegrías y sus penas, se preocupaban por nosotros y preguntaban a la hermanita que cuando volveríamos a verlos. Fue todo fantástico. Cuando acababa el día recordábamos lo que nos había pasado ese mismo día con ellos y siempre teníamos algo que contar, que compartir con los demás.
Creo que esta ha sido una experiencia alucinante. Nos hemos sentido útiles, llenos de vida y alegría que podíamos compartir con los demás. Hemos sido luz para estas personas y estamos todos muy contentos de haber podido hacer algo diferente y con tanto significado este verano. Hemos aprendido a confiar, a valorar lo que tenemos y a cuidar a los que nos rodean, a escuchar, a hablar y compartir la vida con los demás.
No todos los recuerdos de este campo se han podido inmortalizar en fotos con las cámaras pero los guardaremos todos y cada uno de ellos para siempre. Estaremos hablando de esta experiencia una larga temporada. Estoy segura de que todos nosotros esperamos volver a repetir esta semana algún otro año si tenemos la ocasión, volver a la residencia y visitar de nuevo a los ancianitos que nos dijeron que nos iban a echar mucho de menos y que querían volver a vernos. Ha sido una semana emocionante, algo muy bonito inolvidable que nos hace abrir los ojos en muchos sentidos. Vale la pena probarlo y sentir esta emoción.
Y resumo… Para mí esta ha sido una semana de lo más bonita y emocionante, una de esas semanas que llena tu vida de algo nuevo y tan encantador que no vas a poder olvidar. Esta semana ha sido una experiencia nueva para todos nosotros y nos ha llenado tanto que por eso la recordamos con tanto entusiasmo. Pudimos hacer cosas nuevas y distintas, buenas tanto para nosotros mismos como para la gente que nos rodeaba y hemos aprovechado esta ocasión. Hemos aprendido que con poco se pueden hacer grandes cosas: con una sonrisa, una mirada, una caricia, una palabra, el sentarte con alguien, escucharle y estar con esa persona, anima mucho y nos hace felices a todos. Ha sido alucinante, bonito e inolvidable.
Marta Martín Miguelez