Con el corazón en el domingo: IV de Cuaresma

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»

Tanto es ¡tanto!

Nicodemo se acerca de noche a conocer a Jesús. Es buena persona, como tú. Busca la verdad, como tú. Pero no está dispuesto a exponerse ante la crítica de los demás y por eso va de noche. Como tú: no quieres que tu fe ponga en riesgo la opinión que los demás tienen de ti.

Sin embargo, a Nicodemo, como a Tí, Jesús os tiene reservada una sorpresa. Una lección sobre la importancia de los adverbios. Porque no es lo mismo decir: "te quiero mucho", que decir: "te quiero tanto".

Tanto es ¡tanto!, que el adverbio mucho no lo abarca. Tanto es más que mucho, más que todo, es tan inabarcable que solo se puede decir así: ¡Tanto!

Nicodemo sabía que Dios le amaba, pero con Jesús descubrió que esa idea se le quedó corta. Dios nos ama tanto que no duda en enviar a su hijo para dar la vida por nosotros. Esa es la verdad que Nicodemo encontró y la noche se convirtió en luz.

El amor que pone Dios al quererte es tanto que ser consciente de ello te hace vivir en la luz, el resto de verdades pierden importancia. A partir de ahora solo hay una verdad. Una verdad que salva "eres amado tanto, tanto, tanto..."