Reflexión: Fuego controlado

Nos gusta jugar con fuego. Sentir que podemos tener controlado algo que se nos puede escapar de las manos en cualquier momento. Aunque en ocasiones nos terminemos quemando.
 
A veces, en nuestra relación con Dios nos gustaría poder tener también ese fuego bien controlado, sin que nos superase o desbordase…