El domingo pasado se celebró la fiesta mayor de
Sucina en honor a su patrona la Virgen del Rosario. Precedida de una
novena, las fiestas culminaron con la misa mayor presidida por el nuevo
párroco el P. Joaquín Izurzu, en una celebración
solemne delante del pueblo y autoridades.
Por la tarde tuvo lugar la tradicional bajada de
la Virgen y su posterior procesión por todo el pueblo. Es esta una
tradición particularmente hermosa y llamativa, sobre todo por el
mecanismo que hace bajar a la Virgen desde el Camarín hasta
el suelo sin necesidad de tocarla. Un artista local lo diseñó hace ya
más de 100 años usando un engranaje de cuerdas y poleas. La sensación es
impactante pues parece que la misma Virgen vuela y desciende al
encuentro emocionado de sus devotos.