Un día nos reunimos un grupo de amigos y desempolvamos una vieja
imprenta. Abrimos fascinados cajones llenos de letras, comparamos y
elegimos tipografías y un instante después ya estábamos buscando el
papel y la tinta adecuada para hacer algo.Te pones manos a la obra,
juegas con las letras, buscas palabras, poco a poco te entra el
nerviosismo, estás inmerso en un proceso creativo y solo piensas en ver
el final.