BETEL '15

Estás aquí, con tu mejor sonrisa en los labios, con todo lo que te traes entre manos y dando la mejor versión de tí.

Con este grito, los 70 chavales procedentes de San Javier, Novelda, Puente la Reina, Valencia y Madrid y los 13 monitores del campamento, dieron el pistoletazo de salida al campamento Betel '15, lo que no sabían en ese momento era todo lo que les esperaba por vivir.

La máquina del tiempo hiló todo el campamento, donde cada equipo representaba una época histórica que tenía protagonismo cada día. Desde la prehistoria hasta la globalización pudieron realizar yincanas de ingenio, acuáticas, trabajo en grupo, deportivas, yicanas temáticas de grecia, la edad media o la revolución industrial, la tan esperada noche de terror, los diarios momentos tan alegres de piscina, los talleres innovadores donde por ejemplo de su buen hacer dependía la merienda de todo el campamento, visitas al monasterio de la trapa o a la basílica de San Juan de Baños, una visita a santander a un parque multiaventura y a la playa de Suances, amigos visibles e invisibles, un gran video histórico, el tan especial tatami y muchos ratos para conocerse a sí mismos, a sus relaciones, al lugar que ocupan en el mundo, al lugar que tiene Dios en la escalera de nuestra vida, a intentar reparar nuestras heridas más profundas... Mucho tiempo dedicado a disfrutar conociéndose entre ellos, compartiendo lo más valioso que tienen, la vida.

Queremos destacar todo lo que se han movido y todo lo que han conmovido durante estos días. Cada uno de ellos ha dejado su marca en la historia, una historia que queríamos cambiar, que queríamos llenar de buenas noticias, de humanidad, de justicia, de amor, de fe y de alegría.
Gracias a nuestro responsable religioso, Mariano scj, por su entrega, entusiasmo y dedicación en cada momento.
Gracias a los 13 monitores responsables de este campamento, que llevan meses preparando cada actividad, guardándola en cada "carpeta" de la vida para que todos nuestros chavales pudiesen exprimir cada momento.
Gracias a los dehonianos, los que confian en hacer posible año tras año una experiencia tan intensa como es este campus.
Gracias a Dios, por seguir escribiendo renglones con tanto sentido en estos tiempos, por seguir reuniendo a tantos chavales que gritan continuamente que vivirán firmes en la fe.
Y GRACIAS a vosotros, chicos y chicas, por venir, por estar, por entregar, por hacer y por dejaros tocar. Sois la pieza fundamental. Nos quedamos con una frase vuestra que nos tocó muy adentro: "gracias por enseñarme a rezar"

Porque todo cobra sentido si él mueve nuestros pasos y nos invita a cambiar la historia.
Nos vemos en Betel '16 al 100x100.