El Equipo de Acogida de Taizé en la parroquia San Francisco Javier preparó, durante
 varios meses, la acogida de peregrinos en la iglesia: reuniones con 
hermanos de Taizé y otros equipos de preparación local, búsqueda de 
familias de acogida, preparación de todo lo necesario para poder 
desarrollar las oraciones parroquiales, etc... Una labor realizada con 
gran dedicación, desde el amor y el cariño, que dio frutos abundantes: 
más de 75 jóvenes españoles, polacos, lituanos, alemanes, croatas, 
franceses y ucranianos fueron acogidos en familias de la parroquia, 
disfrutaron de experiencias inolvidables y avanzaron juntos a través de 
los caminos de la confianza: la confianza entre las personas, entre los 
cristianos de diferentes tradiciones, la confianza en Dios..., 
profundizando en aspectos tales como la oración, la profundización de la
 fe y el compromiso social.
El
 Equipo de Acogida de Taizé de la parroquia San Francisco Javier de 
Valencia desea agradecer a la comunidad SCJ de Valencia, especialmente 
al P. Carmelo (párroco) y al P. Ajit, su implicación en el desarrollo 
del encuentro; a las familias de la parroquia que acogieron por abrir 
las puertas de sus casas y su corazón a los jóvenes europeos; a todas 
aquellas personas que han colaborado en la preparación de oraciones, 
grupos de reflexión y demás actividades realizadas; a Raphaël, 
voluntario permanente de Taizé encargado del Arciprestazgo 5, por todo 
su trabajo y dedicación; a todos los jóvenes europeos que asistieron por
 compartir su experiencia de fe y, finalmente, a los hermanos de Taizé 
por ser motor de esta "peregrinación de confianza a través de la 
Tierra".
«De vuelta a casa, todos nosotros quisiéramos ser testigos de paz a nuestro alrededor. Recordémoslo: cada una de nuestras vidas puede convertirse en una pequeña luz de paz que brilla en las tinieblas, incluso si la llama parece a veces vacilante.» (Hermano Alois, prior de la comunidad de Taizé, en la oración del jueves 31 diciembre de 2015 en Valencia)
«De vuelta a casa, todos nosotros quisiéramos ser testigos de paz a nuestro alrededor. Recordémoslo: cada una de nuestras vidas puede convertirse en una pequeña luz de paz que brilla en las tinieblas, incluso si la llama parece a veces vacilante.» (Hermano Alois, prior de la comunidad de Taizé, en la oración del jueves 31 diciembre de 2015 en Valencia)
Manu Rodríguez
 
