¡VEN ESPÍRITU!

Pentecostés inicia el tiempo de la Iglesia. Si el Espíritu nos ha congregado en esta Eucaristía, ahora nos envía, para que seamos en todas partes los testigos de una novedad: es posible saltar las barreras del individualismo y del miedo, para compartir la misma fe, el mismo pan y la misma lengua. Salgamos a anunciar que el Espíritu del Señor, renueva y repuebla la faz de la tierra.