Reconcili-arte I - San Pedro Arrepentido

Si hay un personaje que, en el Evangelio, personifica la experiencia de la reconciliación en todos sus pasos, es Pedro. La escena se desarrolla en un interior, donde se destaca la figura de un anciano, sentado en el suelo y llorando. Como es característico en Rembrandt, los elementos narrativos están reducidos a lo esencial.

Fiel a su credo calvinista prescinde de todo tipo de símbolo mágico, alegórico o eclesial, para concentrarse en la ejemplaridad del personaje. Nadie como él ha sabido describir la psicología y los estados de ánimo del alma humana. Y esa es su intención primera: insinuarnos la confusión, la rotura interior, el vacío y fracaso de un hombre que se traiciona a sí mismo. En un cuadro tan austero se nos brinda toda una fenomenología del momento antropológicamente clave de la reconciliación: el arrepentimiento.
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2. Contempla
3. Identifícate
4. La grieta de la esperanza