[...] Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.
Si ya sabes donde buscar, allí donde brota todo, te invito a que pases allí un momento .

Y la tuya ¿estará a la altura? ¿Será merecedora de Dios?
Ánimo. La vida, la de verdad, está más cerca. Y esta vez va en serio, porque no depende de ti. Está viniendo. Está ahí, naciendo, brotando, ¿no lo notas?
En el evangelio de hoy, y respondiendo a sus preguntas, Jesús advierte a sus discípulos que en el período histórico acecha un peligro: el dormirse en los laureles, el sentarse a esperar la alegría futura, olvidándose de construir y conquistar para todos la felicidad presente. Y es que el presente y el futuro están indisolublemente unidos en él, el Hombre, que vino no a enseñarnos el camino del cielo, sino a dar su vida para traer el cielo a la tierra.