El pasado viernes, día 10, no conseguimos
parar el hambre en el mundo, pero estamos seguros de que hoy el mundo es
un poquito mejor. Desde los más pequeños hasta los más grandes, todos
los alumnos
y alumnas del colegio participaron en el mercadillo solidario. Cada
curso montó su puesto de mercado vendiendo todo tipo de bienes y
servicios: hortalizas, juguetes, libros, papelería, macetas y flores,
regalos recogidos por las tiendas del pueblo, artesanía
hecha a mano, flases y palomitas, etc. Decía servicios también porque
tuvimos expertos en estética que nos teñían el pelo y nos hacían la
manicura.
Contamos también con el tradicional puesto de las Hermanas
Reparadoras que siempre nos traen su mantelería y
otras piezas de artesanía fina. La cafetería, este año, se abrió hasta
la seis y prácticamente agotó las existencias. Terminamos con la
tradicional rifa. Sin embargo, lo mejor fue el ambiente de familia, de
fiesta, de colaboración que se vivió durante toda
la tarde. Gracias a todos los que hicisteis posible este momento tan
entrañable.