Decidida
a no dejar que otros planifiquen irremediablemente su vida, la princesa
Mérida no se ajusta a los protocolos y normas sociales que se esperan
de una princesa. Su determinación la lleva a enfrentarse a su madre por
la pretensión de ésta de casarla con un príncipe de las casas nobles
escocesas. Hasta que un día, su rebeldía le hace ir demasiado lejos
comprometiendo el futuro del propio reino. Pero aparte de rebelde,
Mérida es noble, fiel y ama profundamente a su familia, lo cual le lleva
a una arriesgada al final de la cual restaurará el vínculo que su
soberbia rompió.
Un bellísimo cuento a la antigua usanza
para hablar de la valores tan cristianos como la familia, la valentía,
la honradez, la necesidad de asumir las consecuencias de los propios
actos, el perdón, el compromiso y la nobleza.
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.¿Cómo trabajar la película?
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Esta cinta es tan hermosa visualmente,
tan diáfana en su argumento y su estructura, y tan llena de vida y de
valores que se comenta sola. Esta puede ser una posibilidad sencilla:
poner la película y que los chicos saquen conclusiones. Pero yo propongo
un visionado interrumpido, por partes. Para ello se necesitan al menos
dos horas. El metraje de cada fragmento está indicado en cada parte,
así como la reflexión que se puede hacer en cada parada con los
alumnos.
1ª Parte [minuto 4:24-16:13 y después minuto 27-28]
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Se
trata de la típica discusión entre un adolescente y su progenitor.
Conviene personalizarla para que los chavales no hablen en tercera
persona sino en primera y puedan contar sus experiencias.
¿Nos sentimos identificados
con el personaje? ¿Habéis tenido ese diálogo en el que uno al otro os
decís: yo no quiero ir en contra tuya, y el otro dice: yo todo lo estoy
haciendo por tu bien? En el fondo todos queremos que nos escuchen, ¿Pero
y nosotros? ¿Escuchamos?
A veces llegamos a hacer
cosas que no tienen remedio, nos dejamos llevar por nuestros
sentimientos. A veces tenemos razón, pero llegamos a romper el vínculo.
¿Qué crees que significa eso? ¿Te ha pasado alguna vez?
2º Parte [minuto 28-40]
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Esta escena es muy oportuna para
analizar la tentación que todo adolescente tiene a tomar soluciones
radicales. Es importante mostrar que, ante un problema, siempre hay
soluciones intermedias que no se han explorado.
A veces tenemos la tentación
de dar carpetazo, de tomar soluciones drásticas, ¿Se nos ocurren
soluciones drásticas? ¿Son soluciones de verdad? ¿Qué tipo de soluciones
radicales se te han ocurrido a veces? ¿Qué consecuencias tendrían si
las llevaras a cabo?
Continuará Parte II... (Javier Luengo, scj)