Daigo ha luchado toda su vida para convertirse en violoncelista. Ahora
toca en una orquesta sin demasiado brillo. Cuando la orquesta se
disuelve, no le queda más remedio que abandonar la música y volver, con
Mika, su mujer, a su ciudad natal a buscar un trabajo más convencional.
Su aplicación para trabajar en lo que cree que es una agencia de viajes
le depara una sorpresa inesperada: el viaje del que se trata es el
último viaje. Y el trabajo que se le propone es el de amortajar a los
cadáveres, en una ceremonia de última despedida. Su reticencia inicial
da paso a fascinación por una tarea en la que encuentra humanidad,
delicadeza, pasión y cuidado. Pero no será fácil que su mujer y otros
muchos comprendan a qué se dedica. Y, sin embargo, es quizás ahora, por
primera vez, cuando Daigo encuentra la verdadera música de su vida.
¿Por qué ver Despedidas?
- Porque es una película preciosa, humana, que afronta el tema de la vida y la muerte, combinando el drama y la comedia de una forma muy acertada.
- Por su banda sonora, que juega un papel destacadao, con una pieza central evocadora y llena de nostalgia.
- Por su calidad. Ganó 10 premios de la Academia Cinematográfica de Japón, y el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2009.
- Porque es una película tranquila, pero no lenta, silenciosa pero llena de palabras, profunda, pero muy fácil de ver, y quizás juega mucho con lo sentimental, pero es sincera.
- Porque refleja ritos propios de otra cultura. Y eso es siempre una escuela y un espacio para abrir la mente y darnos cuenta de la diversidad de formas en que los seres humanos y las sociedades afrontamos las cuestiones.