Toda etapa de la vida tiene sus encrucijadas en las que a uno le
asaltan las preguntas y le faltan las respuestas, en las que uno no
acaba de saber cuál es el camino a escoger ni el lugar en el que se
tiene que parar, cuál de todas las posibilidades será la correcta y cómo
adquirir la seguridad o confianza para apostar por ella.
Este libro no ofrece recetas ni soluciones mágicas, porque no las hay.
Pero sí acierta en las preguntas que tienes que hacerte y da pistas para
encontrar tu respuesta. Porque de eso se trata, según el autor, de
descubrir cuál es la huella o contraseña que se te ha dado y cómo puedes
ponerlas en juego en todos los escenarios de tu vida: en tu fe, en tus
relaciones, en tus amistades, en tu familia, en tus estudios… La fe y
todo lo relacionado con esta palabra, sostiene el autor, no quiere
apartarnos de esta búsqueda, sino fortalecerla y madurarla para que nada
en el devenir de los días (ni las presiones de los demás, ni las
circunstancias adversas que nos toque afrontar) nos aparte de ese camino
que Dios sueña para cada uno.
«Pienso que es fundamental mostrarte que la fe es un camino hacia
la libertad. Quien tiene su fundamento en Dios se mantiene firme cuando
las personas que lo rodean tienen otra opinión. El temor de Dios libera
del temor a los hombres. Si Dios es importante para mí, recibo de él
resistencia y firmeza. Entonces no me doblego tan pronto. Construyo la
casa de mi vida sobre el fundamento sólido de Dios y no sobre la “arena”
de las expectativas de otras personas. Esto me hace realmente libre».
(p. 36-37)