Y es verdad: hay peces que se dejan llevar por la dirección que marca la
mayoría. Pero los que buscan algo más, ¡deciden ir a contracorriente!
Y, buscando, descubren nuevos horizontes que habitar y vivir, e,
incluso, al Dios que nos ama con locura y que quiere lo mejor para
nosotros. ¡Que desea que seamos felices!