Con palabras simples
y unas ilustraciones tiernas y divertidas, la autora recrea el día
a día de un niño diferente: sus dificultades, sus cualidades,
los obstáculos que tiene que afrontar...El cazo de Lorenzo llena un vacío, conmueve al lector, sea cual
fuera su edad. Pero lo que más llama la atención es la
sencillez del dibujo y del concepto. Un
cuento metafórico
para hablar de las diferencias a los más pequeños y de la
superación
de un niño con dificultades para sobrellevar
el día a día.