LA RISA, ES CONTAGIOSA
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En 1969, Hunter Adams (Robin Williams) era un hombre atormentado que voluntariamente se internó en una institución psiquiátrica. Una noche descubre que escuchando a su compañero de habitación, es capaz de ayudarle a superar sus miedos,y se da cuenta de que tiene un don; el don de curar, de escuchar, de ayudar... el don de atreverse a ver lo que los demás deciden no ver.
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Este hecho lo inspiró a abandonar el instituto y convertirse en médico, para ayudar a la gente. Estando en la facultad se da cuenta que no quiere esperar a estar en tercero para empezar a tratar a pacientes por lo que se salta las normas. Lo más importante es que se da cuenta de que para curar debe escuchar a los pacientes y no tratarlos como simples números.
Basada en una historia real, la película es la biografía del médico Patch Adams quien revolucionó a la comunidad médica oficial aplicando singulares terapias consistentes en hacer reír y proporcionar afecto a los pacientes enfermos de cáncer.
Parece que es necesaria la risa, pero no vale cualquiera. Apostemos por una risa de calidad; de calidad quiere decir sincera. Compartamos la alegría. Es importante reír por lo pequeño, por lo sencillo, incluso por lo simple. Necesitamos tener momentos para mirar con ingenuidad a las cosas, y encontrarles el lado cómico, a los problemas y también (sobre todo) a las propias manías y neuras. Ver el pasado con una pizca de humor es el primer paso para vivir la reconciliación. Estar alegres en el presente es una forma de sencillez. Y mirar al futuro con gozo es esperanza. Sonríe.
