TOY STORY 3: Detrás de las cámaras, JB

Durante las próximas semanas y bajo el título "detrás de las cámaras", mostraremos 4 comentarios de películas de animación realizadas por Jesús Baena, scj. ¡No te lo puedes perder!.  Aquí va la primera.

Hace ya tiempo que el cine de animación, o de dibujos animados como se ha llamado siempre, ha dejado de ser un coto exclusivo de niños para convertirse en un cine destinado a todo el mundo y en muchos casos con un mensaje directo al público adulto. A mí siempre me han encantado los dibujos animados, sigo disfrutando de ellos y en los últimos años he trabajado con los jóvenes mediante el visionado de las películas de Disney y sobre todo de la factoría Pixar.

Quisiera repasar cuatro películas excelentes y que recomiendo encarecidamente no sólo a los se sienten atraídos por este género sino a todo aquel que desee pasar un buen rato y además aprender y sacar conclusiones, aquel que quiera trabajar con jóvenes y mostrarles una forma de enseñar con mensaje nada convencional en algunos de los casos.

1º PELÍCULA: TOY STORY 3

La primera y la más conocida es la última maravilla de Pixar, Toy Story 3, donde de una manera elegante se juega con nuestros sentimientos y emociones sin sentirnos dañados y nos retrotrae a ese momento de inmensa felicidad que fue la infancia y cómo sin darnos cuenta la abandonamos para hacernos adolescentes y pasar después a una vida de adulto donde no queda tiempo para acordarnos de aquellos años de ingenuidad y juego sincero. Sin embargo no conozco a nadie que alguna vez no se haya preguntado qué fue de sus juguetes preferidos, aquellos que tantas peleas provocaron con su hermano o hermana, aquellos que llenaron tantas solitarias tardes de invierno o con los amigos en verano.

Andy representa todo ese mundo y el final de la ingenuidad. Por eso Toy Story 3 no es una película para niños de ahora, como ocurre también con la última de Shrek, sino para los que lo fuimos hace un par de décadas o tres. Y como ya ocurriera con Wall.E y su mensaje de crítica ecologista, la factoría Pixar manda su denuncia social en clave de metáfora del Holocausto, y aunque eso no impide la lluvia de situaciones cómicas, es un hecho que no pasa desapercibido a nadie… Toy Story 3 o el recuerdo de la infancia.

Pd: es una pena que estos de Pixar no tengan conocimiento alguno del flamenco. Te ríes de lo patético que resulta.