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La historia de dos vidas unidas por el “azar”, mejor llamado “Providencia”. Leila es una ex presidiaria que al salir su condena no tiene donde ir y en la cárcel le ofrecen trabajar como ayudante de un sacerdote ciego, el Padre Jacob. El trabajo es bien simple, leerle y ayudarle a contestar las cartas que a diario le llegan a su casa pidiendo oraciones y consejo.
La relación tirante que existe entre ellos al principio, pasará a ser una tierna y sincera amistad de apoyo mutuo…Una película que nos invita a la reflexión y nos recuerda ¡el inmenso poder de la redención!