Capitán Phillips nos narra la historia de Richard Phillips y el
secuestro que sufrió el carguero de gran tonelaje que capitaneaba, el
‘Maersk Alabama’, en 2009, en aguas interna
cionales cerca de Somalia. Phillips y su tripulación afrontarán el primer secuestro de un navío norteamericano desde hace 200 años. Pero la riqueza de esta obra de arte está en la descripción que realiza el director del carácter de un personaje, Richard Phillips (Tom Hanks) y de su antagonista, un pescador Somalí llamado Muse (Barkhad Abdi) convertido en secuestrador de una carguero de bandera estadounidense. Son básicamente ellos dos los que nos muestran una historia que va más allá de un secuestro y se adentra en el corazón de las personas, en su bondad, en sus oportunidades y en el porqué último de la injusticia de este mundo.
¿Por qué ver…Capitán Phillips?
Porque las actuaciones de Tom Hanks y Barkhad Abdi son sublimes. Los
primeros planos en la producción de la película nos muestran una suerte
de registros que hacen que se disfrute cada escena. La dirección de
Greengrass es también digna de mencionar. Consigue que la carga
adrenalínica sea explosiva.
Porque ayuda a reconocer el problema de los piratas del siglo XXI y el
riesgo al que se encuentran expuestos los que trabajan en el Océano
Índico, a la par que muestra hasta dónde se pueden sentir coaccionados
los seres humanos para conseguir un poco de dinero para sus familias,
dando una explicación medianamente lógica esta realidad.
Porque es una radiografía de la injusta distribución de la riqueza,
encarnada en el encuentro entre un capitán americano y un pescador
somalí. Los dos personajes son tratados en cada momento con muchísimo
respeto por parte del guión.
Porque no hace falta ser muy astuto para darse cuenta de la diferencia
de medios y nivel de vida entre Somalia y Estados Unidos.