La talla
actual de la Virgen de la Almudena es de madera de pino dorada y
policromada, y sostiene al Niño en sus brazos y data seguramente de
fines del siglo XV o principios del XVI, fue realizada por un escultor
relacionado con el maestro Diego Copín de Toledo o por el mismo tal y
como afirmaron José Manuel Azcárate y Francisco Portela; sustituyó a la
anterior que aparece citada en algunas crónicas y cuya imagen es
probablemente la que aparece pintada en el arcón de San Isidro que se
encuentra en la Capilla de la Catedral dedicada a San Isidro, y que
podría haber sustituido a una primitiva que se habría quemado en tiempos
de Enrique IV (1425-1474).
Esta
imagen de Santa Maria la Real de la Almudena, estuvo vestida desde 1626.
Durante este tiempo recibió gran cantidad de vestidos y mantos, regalo
de distintas Reinas de España, que se conservan en el Museo Catedral;
pero el 18 de junio de 1890, por disposición del entonces Obispo de
Madrid Don Ciriaco Sancha, la Virgen salió en la Procesión del Corpus
desposeída de sus vestiduras de tela.
El origen
de la imagen de la Virgen, que con el tiempo se había de llamar Santa
María la Real de la Almudena llega, según la tradición, hasta la
generación apostólica; y con ella la devoción que siempre ha tenido
entre los madrileños. Cuenta la leyenda que fue traída a España por el
Apóstol Santiago cuando vino a predicar el Evangelio, y dicen que la
pintó San Lucas y la talló Nicodemus… Esta pretensión de atribuir tan
remoto origen a la Imagen, es muy de admirar. Lo que si es cierto es que
en la pequeña villa que luego habría de ser capital de España, se
veneró desde siempre como Patrona una imagen de la Madre de Dios
denominada “Santa María de la Vega” o de “La Concepción Admirable”.