Con frecuencia un encuentro con Jesús
puede causar temor y alegría, y es que encontrarse con Él supone comprometerse,
e ir más allá donde tú crees que puedes llegar, es enfrentarte contigo mismo,
con tus miedos, tus imperfecciones, tu miopía, tus cataratas...
Señor te doy gracias por toda la buena gente que has traído a esta Pascua, por
todos los momentos que he vivido durante mi vida gracias a que Tú te
sacrificaste por mí, por cada momento contigo, por todas las veces que te
vuelves a clavar en la cruz por cada error mío... Son muchas cosas las que
agradecerte y si sigo diciendo no paro. También le doy gracias a todos los
participantes de esta Pascua porque gracias a ellos he podido reír y llorar que
son sentimientos totalmente contrarios. Gracias a l@s monitores/as por abrirnos
más las puertas del buen camino hacia Dios.
Un momento de los que a mí me han llegado fue el lavatorio de pies, porque fue
como darme a alguien y lavarle la cosa que menos nos gusta a la gente, que son
los pies. También un momento muy bonito fue el viacrucis ya que la gente
"discutía" por llevar la cruz y sentir un poco de lo que sintió Jesús
llevando la cruz hasta donde lo iban a crucificar. Los ensayos y los cantos son
cosas inolvidables. Todos los momentos en verdad han sido especiales ya que
cada uno tiene sus lágrimas, sus risas, sus sentimientos, así lo veo yo.
Esta ha sido una experiencia nueva aun que sea mi segunda Pascua, pero este año
me he acercado más a él y lo he sentido mas en mí.
Jesús te quiero, gracias y perdón.
Saray Pérez (Puente la Reina)