Querida Bea:

En cuanto a la experiencia religiosa, este Camino te va a ayudar a poner tus pensamientos en orden. Ya sé que tú y yo nunca hemos vivido la religión de la misma manera pero el Camino te ayudará a acercarte más a Dios, tú que eres creyente. A mí personalmente me ha hecho darme cuenta de que echo de menos el apoyo que antes me daba rezar. No digo que ahora sea una creyente profunda que vaya a ir a misa todas las semanas pero sí voy a intentar no volver a cerrarme en banda a la religión como he hecho estos dos últimos años. Así que si quieres, te invito a acompañare en ello.
También quiero decirte que te tomes en serio las reflexiones. En ellas me he replanteado muchas cosas y me he dado cuenta de que tengo que ser más justa con papá y, sobre todo, con mamá y ayudarles y hacerles caso mucho más que ahora, sin escudarme en los estudios para ayudar tan poco en casa.
Con todo, parece que el Camino son sólo experiencias positivas y, aunque en conjunto lo sea, no te voy a mentir, es duro. Ya no sólo por tener que madrugar y tender que andar X km con ampollas y dolores musculares, sino también a nivel psicológico. Más de una vez he estado a punto de llorar por desesperación, por ver que la etapa parecía eterna o por pensar que no iba a conseguirlo. Si esto te pasa te recomiendo que te juntes con varios compañeros y os pongáis a hablar de lo que sea o incluso a cantar.
En definitiva, no voy a dejar que termines el cole sin antes haberte convencido para que hagas el Camino, así que vete preparando para dentro de tres o cuatro años. Estoy convencida de que no te arrepentirás y querrás repetir.
Un beso,
Blanca