El tema del Buen Pastor recorre toda la Biblia, hasta encarnarse en Jesús, Buen Pastor que da la vida por sus ovejas. El salmo nos invita a reconocer al Señor como un pastor solícito que no nos deja faltar nada. Junto a Él encontramos manantiales frescos y banquetes exquisitos, símbolos de la plenitud de los dones que Él nos da. Su amor y su fidelidad nos acompañarán para siempre.
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Salmo 23: El Señor es mi Pastor, nada me falta, en verdes praderas me hace descansar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara allí mis fuerzas. Él me guía por justos caminos...
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