TIEMPO DE SER 2013: Tiempo de ser y dejarte hacer: DÍA 1

Ayer día 30 dimos el pistoletazo de salida a otra de las actividades de verano que se organizan desde el departamento de Pastoral Juvenil y Vocacional, en este caso, el Tiempo de Ser.

Diego, Andoni y Noelia, tres jóvenes dehonianos y Jackson, Yunior y Jose, novicios procedentes de Ecuador y Venezuela, disfrutarán de unos días de retiro y silencio en nuestro seminario de Puente la Reina, Navarra, junto a dos religiosos dehonianos. Además de dedicarle tiempo al silencio y a la oración, pondrán todo su "ser" al servicio de todos los peregrinos que día a día pasan por el albergue, ofreciéndoles la oportunidad de realizar distintos talleres tales como la tienda del encuentro, taller de masajes, relajación corporal... y les invitarán a celebrar la adoración del peregrino en la Iglesia del Crucifijo, donde el gesto del lavatorio de pies es el punto culminante de la celebración. 

Aprovechando el día de llegada, todos nosotros, junto con una laica dehoniana, pudimos disfrutar de un día fraterno y de convivencia, donde realizamos una excursión por una senda en el pueblo de Gorostapolo, hasta uno de los manantiales que tiene el Bidasoa en los alrededores. Hasta el gesto de darnos la mano ayudándonos unos a otros a caminar, escalar piedras o cruzar un río se convertía en un auténtico regalo. Una de las sorpresas del dia fue visitar el convento de clausura de las Clarisas. Es imposible describir la hospitalidad con la que nos abrieron las puertas del convento. Nada más entrar nos ofrecieron un mosto y algo de comer, hicieron un auténtico despliegue por nosotros y por compartir ese rato. Trastocaron un poco su horario y su rutina para sentarse enfrente nuestra y compartir un momento distendido, que se pasó volando, de vivencias, risas y sobre todo de mucha, mucha experiencia de Dios. Fue muy enriquecedor y se nos ensanchó el corazón a todos. Ellas mismas lo llamaron "juerga mística". Un tesoro fue todo.

Terminamos compartiendo la cena con una laica dehoniana, Ascen, que una vez más, abrió las puertas de su casa y la hospitalidad, generosidad y grautidad hicieron acto de presencia toda la noche.

¿Qué nos espera mañana? Creo que vamos a dejarnos llevar... Dejarse llevar suena demasiado bien ¿no?