![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5qoYlhX1tQ-uA59VZ5u793KwCW5dhu3WvhVIY7RRrcwmUlYEbtalCyHyGQDGBitluzKgbSbMGCLlRJYUjKBzDJQWE-iwDiDT0FHb7MWSrPB4qcHBN-aYHIa2kY5s0Zh3Vh85hxvIYRP0O/s320/9788496981065.jpg)
A Buergenthal le tatuaron en el brazo el número B-2930 cuando estaba
preso, y él nunca se lo borró «No quiero hacerlo», dijo en una ocasión,
«nunca quise. Es parte de mi vida, es mi identidad». El horror que le
tocó vivir nunca llegó a quebrarlo, sino que avivó su deseo de buscar y
defender la justicia y el respeto de los derechos humanos. Quizá esta
lectura nos ayude a reflexionar sobre los reveses de la vida a los que
nos enfrentamos nosotros, y sobre el modo en que reaccionamos ante
ellos.