Es complicado resumir una experiencia tan fuerte como esta en unas
simples líneas, pero ahí va. En este camino encuentras subidas y
bajadas. Conoces a gente que te ayuda a subir una cuesta, gente que te
divierte en un momento duro, o simplemente alguien con quien estar
durante la etapa. También sufrirás física y emocionalmente, pero como
todo, es un camino que tiene un final. Yo personalmente he aprendido que
todo se supera, y aunque suene muy típico, lo que en un momento parece
imposible de conseguir, no lo es. En conclusión, son los momentos duros
los que nos hacen disfrutar del final y los que nos ayudan a aprender de
nosotros mismos. Es una experiencia que recomendaría a todos ya que lo
único que hace es enriquecerte como persona.
Lucía Ronda