Ellas son María y Natalia, dos jóvenes españolas que se han decidido a cruzar el charco metiendo en su mochila grandes dosis de solidaridad, ilusión y servicio. María es terapeuta ocupacional y Natalia es profesora de educación especial. Son de Badajoz y de Zaragoza respectivamente. Llegaron a nuestra parroquia “Sagrado Corazón de Jesús” en Leonidas Plaza (Bahía de Caráquez) Ecuador, el pasado mes de Julio y estarán hasta el mes de diciembre como voluntarias cooperantes. Su campo de acción va a ser el de la discapacidad por su preparación y sus motivaciones personales. Han venido después de una etapa de preparación con la ONG de España “Molinos de papel” que les ha formado, entre otras cosas, en la realidad con la que se van a encontrar, estrategias de cooperación y cuáles son las actitudes más adecuadas para afrontar una experiencia de este tipo.
La parroquia es quien les acoge y cuidará de ellas durante los meses que dure la experiencia. Para estos meses nos hemos fijado dos objetivos con María y Natalia. Uno es apoyar el trabajo que se viene haciendo acompañando cada persona con discapacidad a través del programa llamado RBC, siglas que quieren decir “Rehabilitación basada en la comunidad” un método que parte de varias ideas claves: la mejor rehabilitación que puede desarrollar una persona con discapacidad debe darse en el seno de su propio entorno, de su propio hogar y el mejor rehabilitador puede ser alguien de su familia o círculo social. Otra idea clave es la inserción de la persona con discapacidad en su propia comunidad y cómo ésta, a través de sus diversos recursos puede apoyar la inserción social y comunitaria de la persona con discapacidad.
'Otro objetivo que nos hemos marcado es estudiar la posibilidad de implementar un aula de educación especial en nuestra parroquia. Lo vemos como una gran necesidad debido al gran número de niños con discapacidad y los pocos recursos de promoción y educación que tienen. De momento María y Natalia están valorando esa posibilidad y formando a los futuros educadores del aula. Se abriría a partir de agosto o septiembre usando las aulas de catequesis que la parroquia tiene al lado de la iglesia de Fanca, por las mañanas.Son muchas las esperanzas e ilusiones en el trabajo sobre discapacidad que está llevando la parroquia y que María y Natalia tan generosamente se han animado a apoyar.
A través de todos estos esfuerzos queremos acercarnos a la vivencia de un Dios que sigue mostrando su amor a los más pequeños y humildes.
