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Utiliza un método original, combina la lectura en voz alta del libro “Grandes esperanzas”,
su novela favorita de Charles Dickens, con la intervención de las
gentes del pueblo que quieran compartir consejos prácticos acerca de
cómo sobrevivir en su entorno.
De esta forma, el improvisado maestro
logra atrapar el interés de sus jóvenes alumnos, especialmente de
Matilda, una adolescente de 14 años, que queda cautivada por las
aventuras y desventuras de Pip, el joven huérfano protagonista de la
novela. La película está basada en la novela del autor neozelandés- Lloyd Jones.
La película nos recuerda en imágenes la
pasión por la lectura, y el poder de la imaginación que ayuda a resistir
el dolor del presente y sobrevivir a la dureza de la realidad.
La parte atractiva y dulce de la
película, es la magia de transportarse de la fantasía a la realidad
reinterpretada por Matilda, que mezcla sus propios personajes con
colores llamativos y vestimenta del siglo XVIII.
Una mezcla entre el realismo mágico de
la novela de Dickens con el drama histórico de la guerra civil, fantasía
y realidad, dureza y suavidad, lágrimas y sonrisas se entrecruzan…
tanto para bien como para mal.
Y también nos recuerda que a veces la ficción puede traer peligrosas consecuencias.
Por eso al final de la película te puedes quedar con la sensación de que “es un lío” y no fácil de entender.