Cine: Coco

La historia de Coco nos traslada a México y nos cuenta la historia de Miguel, un niño de 12 años que vive en el pueblecito de Santa Cecilia con sus padres, sus tíos, su abuela, su bisabuela… Su amplia familia, los Rivera, se dedica a la elaboración de calzado desde que el marido de su tatarabuela abandonara a su esposa para dedicarse a la música. Miguel, que sueña con convertirse en un gran artista, toca la guitarra y canta a escondidas, porque su familia le ha prohibido cualquier contacto con la música tras lo ocurrido con su desdichado ancestro. Pero se acerca el Día de Muertos, una de las tradiciones mexicanas más populares, y muchas cosas van a ocurrir.
Tras un vistoso prólogo narrado con la gracia y la originalidad marcas de la casa, la cinta fluye con un ritmo trepidante y el espectador queda maravillado con la ambientación, los colores, las texturas y los movimientos de una animación de altísima calidad (Miyazaki no anda lejos), la música del oscarizado Michael Giacchino, las alegres canciones, los entresijos del relato…

El resultado es increíble: un bellísimo canto a la familia, emocionante y rico en humanidad, un canto a la cultura Mexicana, al día de muertos y a la vida.

Cine: Perfectos desconocidos

Un grupo de amigos se juntan a cenar. Lo que parece una velada más entre parejas cobra un cariz inesperado cuando uno de ellos propone un "juego" de consecuencias imprevistas. Mientras dure la cena todos ellos tendrán su teléfono móvil sobre la mesa, y cualquier llamada o mensaje que entre podrán verlo todos.
  1. El punto de partida es, sin duda, excesivo. Uno imaginaría que, cuando tantos personajes tienen tanto que ocultar, alguno de ellos se negaría a prestarse a un juego como ese. Sin embargo, si aceptamos la situación, el resultado invita a pensar. ¿Somos todos, en realidad, perfectos desconocidos para los demás?
  2. La mayoría de las transgresiones y vidas ocultas que van apareciendo a lo largo de la velada tienen que ver con el sexo. ¿Es real? ¿Es una exageración? ¿Verdaderamente hay una corriente de vida oculta tras tantas fachadas perfectamente respetables?
  3. La película ofrece una reflexión sobre la comunicación en la pareja. «Si no hablas nunca, es que estás casado» dice en un momento el personaje de Ernesto Alterio. Eduard Fernández oculta a su mujer los secretos de su hija. ¿Qué te parece lo más creíble de las relaciones que refleja la película?
  4. En el fondo la película ofrece una reflexión indirecta sobre el derecho a la intimidad. ¿Todos tenemos derecho a reservarnos parcelas de intimidad? ¿Incluso de aquellos con quienes estamos más comprometidos? ¿Hasta qué punto?

Amodio


Libro: Un largo camino a casa

Imagina tener cinco años, no haber ido nunca al colegio y no haberte aventurado apenas fuera de los confines de tu barrio, en una ciudad de la India de la que no conoces ni el nombre. Imagina perder de vista a tu hermano mayor en la estación, entrar por error en un tren, viajar en él por 1600 km y, al final del camino, verte catapultado a la ciudad más pobre y caótica del mundo: Calcuta. Y sin saber dónde estás.
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Parece imposible, pero es lo que le ocurrió a Saroo, el autor de este libro quien, veinticinco años más tarde, decide tratar de encontrar a su madre y a sus hermanos. Entonces su vida ha cambiado mucho, porque tuvo la fortuna de ser adoptado de pequeño por una familia australiana, aunque la suya verdadera siempre estuvo bien atesorada en su corazón, mucho más de lo que él había imaginado. La imagen de su madre y de su hermano continuó viva en su recuerdo, por más pequeño que hubiese sido durante aquel momento y, un barrio, un río, un puente y poco más serán el único vínculo que pueda establecer su memoria para encontrarlos en un país de millones de habitantes.
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Narrado con sencillez y emoción, este libro nos sitúa en la mirada de un niño desesperado y en la de un adulto que necesita hacer ese proceso de madurez necesario para conocerse a uno mismo. Sin embargo, es en la narración de aquellos meses de abandono donde el autor consigue despertar una profunda conmiseración con el protagonista. Es así como podemos reconocer aquella miseria que la Madre Teresa de Calcuta y Vicente Ferrer se han esforzado en denunciar con sus vidas. La realidad sería insoportablemente triste si no descubriéramos que, detrás de cada sufrimiento, existe una luz que no podemos ver.
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Esta aventura vital actualiza las grandes gestas de los héroes literarios, pero cargada de un realismo social que no nos puede dejar indiferentes.
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Una historia de esperanza, coraje y de sueños cumplidos. Emoción a flor de piel llevada al cine con la película Lion, muy recomendable también, desde luego.

Libro: Manual del guerrero de la luz

Pues sí, es ese libro que estabas buscando,… pero sólo si te gustan los retos, tienes un corazón inquieto y no te da miedo sumergirte en lo más profundo de ti mismo…
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“El manual del guerrero de la luz” es, ante todo, una obra especial. Su origen hay que buscarlo en una serie de artículos breves, que hace varios años Coelho escribió para un periódico brasileño, tal fue su éxito, que todos los relatos fueron recopilados bajo el mismo título, en forma de manual.
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¿Pero quién es ese hombre misterioso? En realidad, el guerrero de la luz, no es más que aquella parte de nosotros que nos resulta completamente desconocida y que puede permanecer dormida durante años, en un estado de latencia, en nuestro interior, hasta que un buen día, cuando menos lo esperamos, comienza a despertar, mostrándonos una realidad diferente, que nos remite más allá de nosotros mismos y nos hace volver la mirada a lo más profundo de nuestro propio ser, para aprender a vivir con nuestras propias contradicciones, miedos, limitaciones, en definitiva, con nosotros mismos y con los demás…
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Se trata pues, de una obra breve, de fácil lectura pero muy hondo contenido, escrita no sólo para ser leída, sino para ser “saboreada”…

Cine: Justin y la espada del valor

La historia transcurre en Gabilonia,  un pueblecito medieval, “reino en otro tiempo de los más grandes caballeros” y ahora inundado de abogados y leyes, a veces, sin sentido. El protagonista es Justin, un chico cuyo sueño, es convertirse en caballero. Contra los deseos de Reginald, su severo padre y recto abogado, va a ver a su abuela, que le contará la verdadera historia de su abuelo Sir Roland, el más noble caballero que defendió con su vida el Reino. Y aquí comenzarán sus aventuras y desventuras rodeado de singulares personajes.

¿Por qué ver esta pelicula?

“Lleva esta espada con firmeza y dispón tu corazón para la bondad, nunca la uses para dañar u ofender y siempre para proteger lo bueno y lo justo”. Estas palabras las escucha Justin de boca de su abuela, antes de iniciar su misión; y de la reina, al finalizarla.
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Estamos en el inicio de curso y es un buen momento para no perder de vista las cosas importantes de la vida. Tanto madres, padres y educadores tienen en sus manos la misión de transmitir una serie de valores que harán mejores personas a los niños y jóvenes que tenemos “en nuestras manos”. La película recuerda la importancia de poner unos buenos cimientos en el crecimiento personal de un niño o joven.
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Justin se encuentra con dos mundos que se contraponen: el mundo de los caballeros (ahora desterrados) y el mundo de los abogados (burócratas), de los cuales tendrá que elegir. En la película destacan dos grandes partes: una más graciosa, con personajes que te hacen sacer una sonrisa; y otra más épica, donde vemos a un joven que lucha por sus sueños, contra su destino, aprende de cada personaje que se encuentra en el camino, que se sobrepone a las contrariedades de la vida y acaba convirtiéndose en un caballero, o sea, en mejor persona. Sin olvidar que luchar por los sueños trae consigo conflictos, en este caso entre él y su padre, pero también historias de amistad y amor.

Experiencia Voluntariado Misionero: Mónica Sirvent

El Voluntariado Dehoniano es una experiencia única, supone vivir momento que marcan tu vida. Mónica Sirvent partió este verano a Quito (Ecuador), allí vivió momentos que llegaron directos a su corazón. Meses después nos envía esta carta como testimonio de lo que ha supuesto realizar el Voluntariado Dehoniano.

Voluntariado
“Hace unos meses tuve la oportunidad de vivir una gran experiencia en Ecuador. Venía con dos experiencias parecidas en la mochila, otros voluntariados internacionales que me habían dicho que me cambiarían la vida, pero no fue así, no me sentía diferente al volver a casa. Sin embargo, esta vez ha sido diferente. Han pasado ya 4 meses desde que volvimos, y no pasa un día sin que piense en todo lo que viví en Ecuador.

Cuando volvimos, con el corazón todavía caliente por todas las emociones vividas, decía que había sido uno de los mejores viajes de mi vida. Tenía miedo de que se quedara en eso, en un “calienta corazones” que al pasar un tiempo y al volver a mi rutina se me olvidara todo. Pero lo cierto, es que ahora, meses después sigo pensando en lo mismo, y puedo ver en pequeños detalles de mi vida cotidiana que fue una experiencia que realmente dejó huella en mí. 

Es verdad que fueron muchas cosas las que vivimos, viajes, momentos, conversaciones, cantos, risas, abrazos, y muchos proyectos en los que participamos, como el Centro de día con los ancianos, las Colonias vacacionales, el Comedor social “María Madre Buena”, clases con los niños apadrinados y Callejeros de la Fe. Cada uno de esos momentos vividos y cada persona que nos acompañó, fueron únicos y un regalo del cielo, un regalo que no esperaba que fuera para mí. Ahora es cierto que recuerdo todos esos momentos, pero para mí, ha sido mucho más importante la huella que han dejado y como han influido en mi día a día. 

Cuando te vas y te dicen que este tipo de experiencias te cambiarán la vida, no es del todo cierto, aunque lleven su parte de razón. Creo que estas experiencias te cambian, pero justo en el momento en el que lo tienen que hacer. En mi caso, ha sido este momento, esta experiencia. Me fui a Ecuador después de un año no especialmente bueno, en el que había perdido un poco la fe en las personas. Había pasado de la inocencia de que todas las personas son buenas, pero hacen cosas malas por su situación en la vida, a no hay humanidad en las personas que me rodean, son frías, egoístas y superficiales.
Pero las personas de la Parroquia de Santa María de la Argelia me enseñaron muchas cosas. Me devolvieron la fe en las personas, me enseñaron que todavía existía humanidad. Gracias a ellos, aprendí a vivir de una forma diferente mi Fe en Dios y la religión.  Aprendí a valorar las cosas pequeñas, a quitarme los prejuicios, y a dar gracias por todo. Me di cuenta de que la Iglesia podía ser diferente. De la importancia que tienen las personas más que objetos, ritos y cualquier otra cosa. Y, sobre todo, de lo que vale un abrazo.

Voluntariado Quito
Al volver a mi vida, a mi rutina, me di cuenta de que no sería fácil vivir como había vivido en Ecuador. Pasé de vivir experiencias con personas que no tenían nada y te invitaban a comer, a ver que para algunas personas lo importante en la vida es el dinero y pasar por encima de los demás para ser el mejor.
Me costó dos meses cambiar la hora de mi reloj, pensaba que si seguía viendo en mi reloj la hora de Quito serviría para no desconectar. Pero me equivoqué. Ya no estoy en Ecuador, estoy en España, y la realidad es totalmente distinta, no puedo cambiar radicalmente las cosas. Pero sí que puedo cambiar mi actitud y traer pequeñas cosas que fui viviendo en Ecuador adaptándolas a esta realidad. Un pequeño ejemplo de esto, es que Callejeros de la Fe ha llegado hasta nuestro entorno, y poco a poco, una vez al mes repartimos bocadillos a la gente que vive en la calle, no solo dándoles de comer, sino tratando de romper barreras, prejuicios, sentándonos con ellos para hablar y darles el cariño, como veíamos que lo hacían en Ecuador. 

Así que solo puedo dar gracias y más gracias a todas las personas que se cruzaron en mi camino, porque a ellas les debo que hoy quiera ser una persona diferente. Gracias al P. Benjamín, al H. José María, al P. José Luis, por abrirnos las puertas, acogernos, por todo lo que nos enseñaron, por hacernos sentir como en casa y por ser nuestra familia. Gracias a Humberto por ser nuestro hermano mayor, por acompañarnos en todo momento. Gracias a Gaby por ser un ejemplo a seguir, un ejemplo de superación. A Patricia, a Christian, a Stalin, por lo que nos enseñaron en los distintos proyectos, por su dedicación. 

Gracias a los ancianos y a los niños que estuvieron con nosotros, por todas las risas que nos sacaron, los bailes y los juegos. A los monitores, gracias por ser nuestros hermanos. 
¡Muchísimas gracias a todos por los momentos compartidos!”